El Alzheimer es la forma más común de demencia, un término general que se aplica a la pérdida de memoria y otras habilidades cognitivas que interfieren con la vida cotidiana. La enfermedad de Alzheimer es responsable de entre un 60 y un 80 por ciento de los casos de demencia. Los últimos estudios han demostrado que la causa que lo origina puede sustituir el nombre de Alzheimer por diabetes tipo III.
No existe un diagnóstico temprano para detenerlo, los síntomas sólo pueden valorarse cuando la enfermedad ya está instalada; sin embargo hay un serie de motivos, que si son tenidos en cuenta, podríamos evitar su aparición.
En muchas ocasiones casi todos, a partir de cierta edad tenemos despistes, lagunas o estamos olvidadizos. Nos asalta la duda de si podríamos estar empezando a desarrollar un Alzheimer o sólo es una cuestión de olvidos y despistes propios de la edad o por estrés.
Pero lo cierto es que si atiendes a estas recomendaciones será bastante improbable que desarrolles este tipo de enfermedad.
Hay que olvidar la idea de que es una enfermedad heredada, porque esto no es cierto. Lo que realmente se heredan son los hábitos que pueden conducir a desarrollar esta enfermedad.
Cambiar ciertos hábitos instalados en nuestro sistema de vida no es una labor fácil, pero será más complicado para usted y para su familia, que en un futuro no reconozca a sus nietos o se olvide hasta de realizar las funciones fisiológicas más básicas, como tragar alimentos o controlar esfínteres.
Por lo tanto, comience un cambio de hábitos de forma paulatina. No quiera cambiarlos todos en un día porque esto no le llevará a ninguna parte. Sencillamente abandonará el reto a los pocos días. Empiece a eliminar o reducir ciertos alimentos poco a poco y vaya integrando otros nuevos en su dieta diaria.
Se trata de que vaya tomando conciencia de la importancia que tiene su alimentación para evitar ciertas enfermedades. Y si por el camino falla, no se sienta culpable, perdónese y siga de nuevo por el camino del nuevo reto.
Síntomas que nos avisan de un previo al Alzheimer.
Acantosis nigricans:
Es una afección de la piel. Genera manchas o rayas más gruesas y oscuras alrededor de las articulaciones y en las zonas del cuerpo que tienen muchos pliegues (como los nudillos, las axilas, los codos, las rodillas y los costados y la parte posterior del cuello).
Si tiene un abdomen voluminoso, también puede aparecer una zona más oscura en la zona del pliegue que se hace en el abdomen.
Es un indicador de que existe una enfermedad metabólica.
Hígado graso (no alcohólico) o esteatosis hepática:
Es una acumulación anómala de ciertas grasas (triglicéridos) en el interior de las células hepáticas. Las personas con hígado graso pueden sentirse cansadas o tener malestar abdominal leve, pero por lo demás no tener síntomas.
Hace varios años el hígado graso era una condición de personas que padecían alcoholismo, sin embargo en la actualidad cada vez está más propagado incluso en la población infantil.
La causa principal es la ingesta de azúcares y harinas refinadas, que si no se eliminan con el ejercicio se transforman en grasas que se depositan en el hígado.
Hiperinsulinemia:
Significa que la cantidad de insulina en la sangre es mayor que la que se considera normal. En sí misma, no es diabetes, pero si usted la padece debe saber que esto es la antesala a desarrollar una diabetes tipo II.
Estas son las tres principales causas que nos advierten de lo cerca que podemos estar para desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Podría vivir 10 años o más con ellas y no ocurrirle nada, pero tarde o temprano empezarán los primeros síntomas.
Cómo puedo prevenir el Alzheimer?.
La única forma de prevenir la enfermedad de Alzheimer es realizando un cambio de hábitos en nuestra alimentación.
Evitar la hiperinsulinemia:
Reduciendo o eliminando la ingesta de carbohidratos procesados o ultraprocesados, los zumos de frutas y las bebidas gaseosas.
Las bebidas light contienen edulcorantes peores que el azúcar para nuestro organismo.
Este tipo de alimentos mantenidos en el tiempo en nuestra dieta generan lo que se denomina síndrome de resistencia a la insulina, ya que llega un momento en que nuestro organismo no puede metabolizarla.
Introduzca nuevos hábitos:
1. Sustituya el azúcar blanco por stevia natural o azúcar de abedul finlandés. Asegúrese de que es de buena calidad, en un hipermercado es más económico pero la calidad suele disminuir.
2. Aumente la ingesta de alimentos verdaderos. Sólo debe pensar en cuales son los alimentos que existen desde hace muchísimos años atrás puesto que los alimentos de nueva generación no lo son: alubias, lentejas, garbanzos, arroz, etc...
3. Añada a la dieta grasas saturadas: aceite de coco, aceite de krill, bebida de almendras, bebida de avena.
4. Aporte alimentos que contengan aceites ricos en omega 3 o en su defecto puede optar por tomar el omega 3 como suplemento: pescados azules (anchoas, camarones, etc) semillas de chía, semillas de lino, nueces o aceite de nueces, aceite de canola, quinoa, avena...
5. Introduzca en su dieta carbohidratos naturales que al ser metabolizadas se convertirán en grasas naturales , de las que podremos obtener nuestra principal fuente de energía: ensaladas verdes, aguacates, arroz integral, palomitas de maiz, calabacín, bayas, mango, pasta integral, plátanos, etc...
6. Tome a diario fermentos naturales (repollo) que repoblarán su flora intestinal, o en su defecto introduzca algún tipo de probiótico.
7. Si siente una digestión lenta, tome enzimas digestivas. Esto hará que se reduzca cualquier tipo de inflamación.
8. Añada algún suplemento diario de magnesio y vitamina D.
Ayuda la Acupuntura en caso de Alzheimer?
Efectivamente la acupuntura es una técnica que contribuye a retrasar o mejorar el estado de la persona que padece esta enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la acupuntura para tratar los efecto del Alzheimer.
Estimula la mente.
Nutre el cerebro.
Nutre el corazón ( según la Medicina Tradicional China el corazón nutre la mente).
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